Las 3 Señales Invisibilizadas de un Clima Laboral Tóxico

Lic. Wagner Eduarte

Las 3 Señales Invisibilizadas de un Clima Laboral Tóxico

¿Sabía usted que los últimos en reconocer el agua son los peces?, esta frase sin duda esconde gran sabiduría, al recordarnos que en ocasiones hay factores en el entorno que al ser cotidianos tienden a normalizarse.

Esto sucede incluso en el ambiente de trabajo,el mejor ejemplo es el comentario que Sofía expresó en el taller que tuvo la oportunidad de impartir en su empresa; ¨cuando yo entré a trabajar a mi anterior trabajo observaba que nadie se saludaba en las mañanas, era el primer contacto del día y no se escuchaba un solo buenos días, al principio pensé que era la sobrecarga de trabajo por los cambios que enfrentaba la empresa pero fue pasando el tiempo y comprendí que era la cultura del equipo, eran nulas las expresiones de cortesía y afecto entre sus miembros¨. Este escenario refleja cómo hay situaciones cotidianas a nivel laboral que al ser comunes se normalizan a pesar de su clara disfuncionalidad.

¡Que tu equipo no se parezca al de Sofía!

Todos deseamos laborar en una organización cuyo ambiente de trabajo brinde la atmósfera que facilite que el talento brille, con una eficiente ejecución de las tareas, donde se pueda laborar con la presencia de ese vitalizador que se llama seguridad psicológica.

Sin embargo, la realidad nos recuerda que las relaciones humanas tienden a la entropía, al distanciamiento y al desgaste, pues la convivencia laboral presenta múltiples retos que si no se afrontan de manera efectiva lesiona el clima organizacional.

El clima laboral es tan frágil al estar sujeto a las percepciones individuales que es necesario intervenirlo constantemente, siendo una labor que demanda la co-responsabilidad de todos los miembros de la organización y/o del equipo, y no como tradicionalmente se cree que es una competencia exclusiva de las jefaturas o de los departamentos de Talento Humano.

¡Cuidado con las señales invisibilizadas!

Hay señales claras que ponen en evidencia el deterioro del clima laboral, sin embargo, hay otras que puedan pasar desapercibidas e invisibilizadas, ya que pueden disimularse o bien simularse bajo otros comportamientos. Acá comparto 3 señales que pueden estar lesionando el clima laboral y pueden haber sido normalizadas:

1. El ¨eso no me toca a mi¨: esta frase cliché tan arraigada en la cultura latina, no sólo pone en evidencia el nulo sentido de pertenencia organizacional así como su desnutrido compromiso, sino que puede ser una señal de relaciones interpersonales deterioradas y por ende de un clima laboral lesionado.

Si una persona ante una petición de colaboración responde usando esta frase, pone en evidencia una ausencia plena de empatía, consideración y colaboración, pues no responde a la necesidad de quien hace la solicitud, sino que desvía la atención hacia el manual de puestos o hacia la tarea.

Si alguien pierde la confianza para solicitar colaboración dado que las respuestas reflejan indisposición y rechazo, esto se convierte en materia prima para crear una dinámica de rivalidad y división.

No olvidemos que un ambiente de trabajo donde se permita perpetuar esta frase, crea una atmósfera de apatía y desinterés, que pone en riesgo no sólo al cliente interno, sino al cliente externo.

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2.
Los Acuerdos a la Espalda: Andrés participaba en un equipo multidisciplinario donde existía una lucha de egos profesionales, las reuniones de planeación del proyecto así como las sesiones de monitoreo de avances estaban marcadas por una alta tensión, en una primera fase esta tensión se manifestaba de manera pasiva-agresiva, pero conforme pasaban las semanas era más directa incluso con tintes de violencia verbal.

En una ocasión Andrés cuenta que fue sorprendido cuando después de varias semanas al no visualizar la ejecución de los acuerdos de una de las tantas reuniones celebradas, hizo una retroalimentación a uno de sus compañeros quien le comentó que después de la reunión celebrada, se encontraron en los pasillos y en su ausencia generaron otros acuerdos, esto para evitar confrontaciones innecesarias al existir puntos de vista diferentes entre él y un par más de compañeros.

Esta anécdota de Andrés es un reflejo de la falta de transparencia en la que algunos equipos incurren por su incapacidad de gestionar el conflicto. En tanto un equipo de trabajo no pueda abrirse a las diferencias y a los desacuerdos se pondrá en crisis el clima laboral, pues la minimización, la evasión o la negación del conflicto lo que hace es perpetuar su dinámica al no atender sus verdaderas causas.

3. La difamación: difamar es poner a alguien en bajo concepto y estima, es una forma de desacreditar a alguien de manera escrita o verbal, poniendo algo contra su buena opinión y fama, siendo así, se convierte en uno de los ejercicios que dañan de manera más efectiva la moral de los equipos de trabajo.

La difamación generalmente se da a espaldas de la persona difamada, pocas veces se practica de frente, lo que crea una dinámica de desconfianza interpersonal que carcome el clima laboral, pues afecta no sólo a la persona que recibe la difamación sino que de manera co-lateral crea dudas internas en los demás protagonistas.

Una vez revelada la difamación, el daño es profundo en las relaciones interpersonales, creando una desconexión que se convierte en desintegración, pues en ocasiones se crean bandos alrededor de las personas involucradas.

Es importante recordar que quien difama generalmente esconde un resentimiento, el cual libera por medio de este acto, siendo una señal de baja asertividad, por lo que el entrenamiento en habilidades sociales es un punto a considerar.

¿Qué señales identifica en su equipo?

Lo tradicional es esperar que se implemente un estudio de clima laboral para poder identificar señales de peligro, sin embargo, en ocasiones esto pone en riesgo la salud organizacional y la continuidad del negocio, por lo que es necesario practicar conversaciones genuinas que desde la honestidad emocional permitan neutralizar aquellos patrones de comportamiento que lesionen el clima laboral.

¿Qué le parece si usted se convierte en un agente de cambio para su equipo retando al mismo a conversar sobre esas señales invisibilizadas que están restando placer al día laboral y están dañando el clima de trabajo?

¡Manos al clima laboral!


Wagner Eduarte es licenciado en Psicología y licenciado en Administración de Empresas, es un reconocido conferencista, asesor, psico-terapeuta y bloguero. Si desea comunicarse con Wagner escribe al weduarte@grupocip.org

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