Tips para no amargarse en el trabajo
Lic. Wagner Eduarte
Haga de su trabajo un camino hacia la realización, no hacia la frustración.
Los efectos terapéuticos del trabajo son innumerables, sin embargo, en ocasiones se presentan variables que limitan y empobrecen su presencia y es lo que coloquialmente llamaremos en este artículo como ¨Amargarse¨.
Según el diccionario amargarse es ¨tener un sabor amargo o desagradable¨, pero también se relaciona con ¨causar una aflicción o disgusto¨, lo que hace este tema una variable importante pues vela por la calidad de vida.
Amargarse no es un asunto de las situaciones, sino de no saber gestionar las emociones.
Presentarse al trabajo con ¨aflicción¨ no es el camino por el cual la vida quiere llevarnos, tal vez en estos casos la mejor opción es renunciar, claro está cuando los compromisos económicos y familiares lo impiden es necesario contar con estrategias que permitan disipar ¨lo amargo¨. Es así que con el afán de ¨endulzar el proyecto laboral¨ le invito a considerar estos tips.
VAMOS A LOS TIPS
1. Identifique los aspectos más displacenteros de su trabajo
a. La Cultura Apaga Incendios: ¨todo urge en esta empresa, pues todo lo dejan para lo último¨.
b. El Compañero (a) no Colaborativo: ¨eso no me toca a mí¨, ¨a mí no me contrataron para eso¨.
c. El Jefe Gruñón: ¨tengo que ir a la oficina del jefe usted que viene de allá ¿cómo anda hoy?, es que ese señor es impredescible.
d. La Ausencia de Reconocimiento: ¨aquí a uno no le agradecen nada¨.
2. No reprima su sentimiento, expréselo de manera oportuna y respetuosa
Este tip es fundamental, pues en la práctica profesional cuando me encuentro con una persona que tiene síntomas y signos de ¨amargura¨ suelo preguntarle si ya conversó con su jefatura o compañeros al respecto de los hechos que comenta y en el 90% de los casos la respuesta es la misma ¨No¨.
Algunas personas creen que los demás le pueden leer la mente o bien piensan que sus compañeros o jefes tiene un talento desarrollado de ¨sospecha emocional¨, es decir, saben o deberían saber que sentimientos experimentan, lo cual sin duda es una creencia irracional.
Recordemos que aquello que ¨no se expresa¨ para la otra persona no existe, así que llegó el momento de hablar de esos temas incómodos y sensibles, pues las emociones son energía y la energía no muere se transforma. Si usted piensa que el tiempo va a debilitar ese sentimiento, no se engañe, así no funciona la psicología humana, pues la tendencia es que el mismo sentimiento aumenta con el paso de los días.
Cuando le quitamos el poder al entorno, es cuando empezamos a comprender la libertad.
3. Renuncie a la posibilidad de pretender que todos trabajen a su estilo, método y rendimiento
Otro tip a considerar para no ¨amargarse¨ en el trabajo hace referencia a ese pensamiento que en psicología llamamos ¨debo-perturbación¨, el cual funciona a partir de interpretaciones que hacemos de las acciones e intenciones de los otros según nuestro propio código de acción.
Por ejemplo, si soy puntual con la entrega de mis informes pero tengo un compañero que no lo hace, mi mente elabora un pensamiento al estilo ¨es que debería de ser puntual como yo y lo peor es que el jefe no le dice nada¨, ocasionando esta interpretación de los hechos una perturbación emocional, de ahí su nombre debo-perturbación. Lo mejor sería que todos trabajaran como usted, pero nadie piensa, elige y actúa como uno mismo, recuérdelo.
4. Ajuste sus Expectativas
En ocasiones tenemos expectativas irreales respecto a la empresa, sobre el propio desarrollo y proyección laboral o bien tenemos expectativas idealizadas acerca del rol de la jefatura, lo cual se convierte en una fuente constante de ¨aflicción¨. Recuerdo el caso de Luis, quien me contaba después de un taller su sentimiento de impotencia, amargura y resentimiento, el cual mantenía desde hace más de 4 años cuando la promesa del ascenso que le hizo el dueño de la empresa nunca llegó. ¨Wagner, lo peor es que me ofreció ese puesto y se lo dió a una persona que ingresó después que mí¨. Expectativas reales, generan emociones en equilibrio.
Haga de su trabajo un camino hacia la realización, no hacia la frustración.
5. Haga el recuento de los daños
En ocasiones es necesario encontrar un motivador de cambio, puede ser una ilusión, una meta, un deseo, un sueño, pero muchas veces el estado de aflicción nos impide conectar con estos factores potenciadores, lo que nos obliga a una revisión de estrategia. Ese cambio de estrategia consiste en conectar con las consecuencias y efectos negativos que están ocasionando los estados de ¨aflicción laboral¨.
Son muchas las personas que a las 9 30 de la mañana se quejan de su fuerte dolor de cabeza generado por su estado de tensión ante esos factores que ¨amargan¨, otras personas tienen fuertes molestias estomacales pero un grupo considerable de personas al llegar a su lugar de descanso (su hogar) crean ambientes hostiles pues su nivel energético les lleva a contagiar aún a los seres amados.
Es así que en ocasiones el ubicar estos efectos dañinos para nuestra salud mental, para nuestras relaciones y para nuestra proyección de vida nos invita a la reflexión y al cambio. ¿Y usted se va a seguir amargando?
Wagner Eduarte es licenciado en Psicología y licenciado en Administración de Empresas, es un reconocido conferencista, asesor, psico-terapeuta y bloguero. Si desea comunicarse con Wagner escribe al weduarte@grupocip.org